Dinamismo y tradición en estado puro
Cuevas del Becerro es un pequeño pueblo del interior de la provincia de Málaga que cuenta con un importante legado histórico.
El entorno privilegiado donde se sitúa ha sido un atractivo para las distintas sociedades a lo largo de la historia, quedando como testimonio restos arqueológicos que se remontan a la Prehistoria. Las evidencias más antiguas de presencia humana en lo que hoy es el término municipal se remontan al Paleolítico medio, en concreto a restos de herramientas en sílex localizadas en la zona de La Mogea.
Será en el Neolítico (hace unos 6000 años) cuando se asienten de manera más estable comunidades tribales. Son comunidades dedicadas a la agricultura y ganadería a pequeña escala, que van a aprovechar las bondades de la tierra, como son los ricos pastos y tierras fértiles regadas por un inagotable flujo de agua.
- El torcal de Piedra Molino
- La dehesa de Cortijo Calle
- Los Resbalaeros
- Las Eras
Con la repoblación, la localidad se irá configurando. El casco urbano se fija donde actualmente se encuentra, siguiendo el recorrido de la vía pecuaria. Los vecinos y vecinas comienzan a cultivar huertas, a excavar y mantener nuevas acequias, construyendo un paisaje agrícola de gran semejanza con el de hoy día. El cereal va a predominar en las tierras alejadas de las zonas de regadío, el olivar, menos abundante, se situará en los piedemontes de las sierras.
A través de pequeños asentamientos agrícolas, como el del Hoyo del Chopo o la Fuentezuela, se van a expandir el cultivo del cereal o de la vid, además de artesanías como las cerámicas a torno (desconocidas hasta el momento) y la metalurgia del hierro. Con el paso del tiempo, a mediados del siglo V a.C., parece que se constituye un oppidum ibérico en la zona de El Castillejo, una población que a partir del siglo II a.C. quedará bajo dominio de Roma.
Ya en la Edad Media, el Castillejo será el elegido para construir una fortaleza a finales del siglo IX a.C., un espacio defensivo vinculado a la revuelta de Omar ben Hafsún contra el emirato de Córdoba. El manantial del Nacimiento surtirá de agua a una red de acequias que parece tener su origen en estos momentos. Los restos de murallas que hoy podemos observar cuando subimos al Castillejo parecen corresponderse con el hisn Wahbar o Gar Waybar de las fuentes andalusíes.
Un enclave fortificado nazarí que será tomado por las tropas castellanas de Alfonso XI en 1330. La guerra de frontera entre castellanos y nazaríes de Granada será un periodo convulso de la historia de Cuevas del Becerro, quedando deshabitado hacia 1420. Con la toma de los Reyes Católicos de Ronda en 1485, y la definitiva conquista del Reino Nazarí de Granada en 1492, Cuevas del Becerro será repoblado con hombres y mujeres de distintas partes del reino de Castilla.
El molino harinero, una concesión de los Reyes Católicos a Fajardo, se implantará en el Tilín, y la orografía de la meseta se verá alterada, al igual que el curso del río, que es modificado con el objetivo de generar un salto de agua que actúe de fuente de energía para el molino.
Algunas familias alcanzarán cierta prosperidad económica con el arriendo de tierras y la ganadería, mientras que el grueso de la población se dedicará al cultivo de pequeñas parcelas y a trabajar como braceros en las propiedades más grandes. Las eras, abrevaderos, fuentes y otras construcciones distribuidas por el término municipal, junto a algunas casas de gran solera que pueden verse en la actual calle Real son el testimonio material de esta etapa histórica